domingo, 17 de mayo de 2009

Suicidio III


La Luna Creciente se mofa y se burla sin saber del dolor hondo e hiriente en lo profundo de mi ser. Su maligna sonrisa se dibuja sin prisa como demonio en el firmamento sin saber bien lo que siento.
Acaso vivo yo sin saber si nací o no para amar si nadie me ha de querer ¿por qué si a todos los demás? Si ya está escrito mi destono y he de ir sola por el camino sin un abrazo amoroso o un amoroso beso que dure hasta el fin de los tiempos...
Si nadie pensará en mí en las frías noches de invierno y por siempre mi vida se convertirá en un infierno de llamas candentes de soledad entre sombras y penumbras de amargura entre demonios que me abracen con ternura y duendes macabros me someterán. Si mi alma jamás sentirá el delicado roce de otra alma y mi ser se perderá con pasiva y dolorosa calma... Házmelo saber, vida que en vano existes aléjate de mí si en verdad sólo me acompañará la soledad. De nada sirve estar aquí y ahora si nadie más añora destruir mi soledad. Vida desperdiciada de una persona empeñada en encontrar compañía: Si el destino ya está escrito y no hay alguien todavía: Vete de aquí pronto y no regreses y no pierdas de vista lo que no mereces: un amor puro y sincero un amor dulce y eterno. Si no lo tienes no lo mereces y si no lo mereces vete que jamás serás feliz viendo cómo todos se van mientras tú sigues aquí abrazada por la soledad. Vete vida y no vuelvas jamás si nada cambia el destino y nunca a nadie encontrarás lo mejor es estar muerto que vivir en soledad sin amor ni amistad. Vete y no te detengas vete, vida, de mi ser vuela alto y jamás vuelvas sin amar y sin querer.

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